Juan Carlos Reche, una de las voces más modernas del panorama poético actual sorprendió mucho con su primer libro El dolor y la velocidad. Poemas originales y arriesgados como necesariamente es la expresión del tiempo acelerado en el que vivimos. Su siguiente libro Carrera del fruto mantiene esa tensión, pero se hace más opaca, menos visible a simple vista, más profunda. Quizás porque evoluciona hacia un hermetismo propio de Quasimodo o Pavese. Continúa Juan Carlos pisando el acelerador de los poemas que aunque no resuelvan nada, nos llevan. Me quedo con el siguiente poema que me emociona especialmente ahora que voy a ser padre:
¿De qué plenitud eres,
mi pequeña,
el átomo más bello?
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