domingo, 22 de agosto de 2010
Con el poema "Ornitología" obtengo el primer premio del XVII Premio de Poesía Luz (Tarifa 2010)
Reproduzco aquí el poema ganador del XVII Premio de Poesía Luz de Tarifa:
ORNITOLOGÍA
I
El ruiseñor que canta en el poema
una mañana eterna —dice Keats
descansando la pluma en el tintero—
se oirá también ahora, si hay silencio
y el tiempo de la música se expande
en el hueco concéntrico de un sueño.
Los ruiseñores, digo, que Juan Gelman
echó a volar de nuevo en Buenos Aires
una mañana igual, pero con sed inversa
siguen volando y cantan, cantan, cantan…
Ahora bien, cuidado con el símbolo
de especies que no cantan, ya sabéis:
el buitre que devora el alma de Unamuno
el cuervo que tortura la conciencia de Poe
o el albatros que vuela majestuoso en el cielo
y en tierra es Baudelaire humillado y maldito,
muerto quizás a manos del viejo marinero
que escribió Coleridge en su balada.
Con sus sombras a veces sobrevuelan
la nieve de las hojas que buscan un sentido
a los cisnes salvajes en la Irlanda de Yeats,
al cisne incuestionable de engañoso plumaje
y cuello retorcido que inventó el gran Darío.
Todos los cisnes flotan en la nieve —invisibles,
lo sabemos—, incluido el que refiere
libre y triste René Char tras la ausencia.
II
Ya vuelven las oscuras golondrinas
que Bécquer liberó de la memoria
(Libro de los gorriones) manuscrita
aquella noche antigua de Toledo.
Ya el gorrión de José Emilio Pacheco
bajó a las soledades de un jardín mexicano.
Ya graznan en la China de Li Po
los cuervos por la tarde dibujados
y regresan las aves de Cracovia
en una primavera que Szymborska anticipa.
Una bandada cubre la nieve del espacio.
Yo, oculto en el envés de las palabras,
distingo cada canto y sus llamadas,
observo el movimiento de sus alas,
la forma de los picos y el color de las plumas,
con qué gracia se posan en las líneas escritas.
Pero esta vez decido un fogonazo,
un disparo hacia el aire
que dibuje una elipse caligráfica,
que levante una auténtica estampida:
y un huracán de negras palomas abandonan
el Nueva York de Lorca, se equivocan,
chapotean las aguas de un poema de Alberti,
cambian de rumbo y buscan otra rama,
otra aurora en el verso de Aleixandre
donde graciosos pájaros se copian fugitivos.
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7 comentarios:
Ante todo ¡¡¡ ENHORABUENA !!!, estas cosas son para compartirlas. Son un estímulo y..., pese a que nos eche para atrás presentarnos a Concursos (a mí sí)el hecho de saber que muchos de los premios están dados de antemano, me atrevo a asegurar que no es tu caso, porque este poema es GENIAL, así que tiene muy merecido este premio. Parece un poema de pájaros-poetas (o viceversa). Desde mi punto de vista, muy bien construído.
Un abrazo
Enhorabuena...Un poema magnífico, gracias por compartirlo.
Muchas gracias, Ángeles, Marisa.
Realmente, me presenté porque creía en el poema y, aunque no hubiese ganado, tampoco tuve nada que perder. En fin, un experimento que ha salido estupendo.
Y es verdad, lo mejor es compartirlo.
Sencillamente genial. Enhorabuena y gracias por compartirlo aquí y en El Patio. Un abrazo.
Muchas gracias, Fran, por tu generoso comentario.
Un abrazo.
Me gustan los pájaros y a veces la poesía, este poema tuyo abre las alas a otros poetas como una cometa con forma de halcón, dan ganas de leerlos o releerlos a todos. Sin duda el premio fue merecidísimo, enhorabuena.
Gracias, Elisa. Me alegra que te haya gustado. Un beso.
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