sábado, 9 de mayo de 2009

Un poema de Eduardo García, PREMIO DE LA CRÍTICA 2009, y César Vallejo



Vuelvo a escribir en mi blog, tras bastante tiempo. El reciente premio a Eduardo García por su último libro, La vida nueva, me impulsa a ello. Precisamente, esta obra fue la primera con la que inicié este blog dedicado al comentario de libros de poesía. En realidad, se trata de las lecturas que quiero compartir. Por eso, mis felicitaciones a Eduardo García, poeta admirado y seguido desde sus inicios. Y, cómo no, otro poema, "Física aplicada", de su flamante La vida nueva. Poema en el que puede verse, o mejor dicho, escucharse los ecos del gran César Vallejo ("Considerando en frío, imparcialmente...") que guía, de alguna manera, la estructura sintáctica del texto a través del uso del gerundio con verbos de "pensamiento" (considerar, suponer,...). En el caso de Eduardo García, este planteamiento también es un supuesto práctico, un problema de física aplicada. Disfrútenlos:


FÍSICA APLICADA

Suponiendo que un hombre, una mujer
parten de puntos divergentes, dispersos en un plano,
lugares que se ignoran entre sí,
y a la velocidad del entusiasmo
emprenden la aventura, se ponen en camino,
van por ahí remando en aguas turbias,
van por ahí escuchando el vasto germinar de las semillas,
al acecho, en sigilo, ahuecando la tierra a la esperanza,
suponiendo que trazan trayectorias de curso irregular,
cada cual a su amor, virando al viento,
quebradas trayectorias cuyo sentido puede
al mínimo temblor girar hacia el vacío,
suponiendo el afán, la búsqueda, la sed,
el ensueño del goce, la ilusión y la ausencia,
calculemos, a golpe de intuición,
cuántas veces tendrán las trayectorias
que cruzarse en el brillo de unos ojos,
unos labios que invitan, unas manos que asienten,
para incendiarse a un tiempo, hombre y mujer, sembrar la tierra
de llamas como ráfagas de lluvia.


Eduardo García: La vida nueva. Madrid, Visor, 2008.

CONSIDERANDO EN FRÍO, IMPARCIALMENTE...

Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;que es lóbrego mamífero y se peina...

Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,su fórmula famélica de masa...

Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...

Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...

Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...

Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...

Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...
le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...

César Vallejo: Poemas humanos (1939)


2 comentarios:

Julio dijo...

Interesante entrada. Se te saluda, Daniel.

Daniel G. F. dijo...

Gracias, Julio. Saludos.